La Comunicación en la política. Por ejemplo...

Hace unos días tuve el placer de ejercer de anfitrión de una buena amiga, periodista venezolana, que aterrizaba en mi ciudad para cursar un Máster especializado en Comunicación política. 

Confieso, para empezar, que la síntesis "periodismo-Venezuela-comunicación política" es explosiva. Antes Chávez y ahora Maduro son excelentes ejemplos de cómo la comunicación se convierte en arma prioritaria e imprescindible para conseguir objetivos políticos; diría más, es casi una ideología en si misma porque detrás no hay apenas nada.

En este caso se trata de decir lo que la parte de la población más proclive a adhesiones inquebrantables quiere oír, por ignorancia o necesidad, y pregonarlo con todos los instrumentos posibles..., aunque el mensaje sea, a modo de justificación de una forma peculiar de gobernar, que Chávez se "apareció" en forma de pajarillo sobre la cabeza de su sucesor Maduro. El mismísimo lenguaje metafórico del Evangelio palidece ante tal representación del Presidente venezolano, tal y como la vimos por los Medios.
www.peru21.pe

El hecho es que el objetivo que trae a mi amiga a España me ha tentado a hacer una mínima reflexión sobre esto de la Comunicación política, o, quizá sería más exacto decir, la "comunicación en la política".

Creo que la comunicación como instrumento tiene, en manos de un político, apenas dos objetivos posibles. Uno: explicar sus decisiones. Dos: difundir su ideología. El primero salpimentado con las necesarias justificaciones de todo tipo que una decisión política exige y el segundo aderezado también con los generosos toques de entusiasmo y fe que la transmisión de una determinada forma de entender la organización y convivencia social (=ideología) piden del emisor. Tener que comunicar decisiones es más frecuente para quien ejerce el poder, sea a nivel que sea. Expandir sus convicciones políticas, por su parte, es más propio de quienes, desde la oposición, buscan cómo llenar de contenido esa especie de "recreo" democrático que les otorga haber perdido las elecciones previas.

Si observamos lo que ocurre en nuestro país comprobamos que, en efecto, los portavoces del Gobierno y del Partido que lo sostiene construyen sus mensajes de manera que sirvan para argumentar, por lo general sin opción de réplica, las medidas adoptadas por los distintos Ministerios o por sus Gobiernos autonómicos. Comunicarse con la ciudadanía tiene para ellos esa misión fundamental: "justificarse" ante la sociedad que mayoritariamente ha puesto en sus manos tal capacidad de decidir. 

A menudo esta estrategia de comunicación  contiene un fallo elemental como es conformar y trasladar mensajes, reducidos a una exposición de motivos, sin haber diseñado y aplicado antes una comunicación sencillamente informativa sobre la decisión adoptada. En otras palabras, tienen urgencia por justificar lo que han decidido antes de explicarnos bien qué han decidido. Es una táctica ya conocida que consiste en esconder los datos precisos para el razonamiento y la comprensión para ir directos al componente emocional que es el que siempre logra las adhesiones más rápidas (y también más frágiles, por cierto, pero esto no les importa porque su visión no va más allá de las próximas elecciones).

De http://amnistiaparticular.wordpress.com/category/galicia/
Los que gobiernan parecen olvidarse de transmitir la "filosofía" o forma de entender el mundo y la convivencia social que se supone respaldan su práctica diaria. ¿Cuántos en este país tienen claro en qué consiste la democracia cristiana o el liberalismo conservador que, con matices, son el trasfondo ideológico del Partido Popular? Pocos, seguramente. Esforzándonos, apenas diríamos que "lo privado" parece ser para ellos más importante que "lo público".... y poco más. 

Si nos pasamos a la bancada de enfrente el panorama es radicalmente distinto. Mientras el Presidente y sus ministros deben hablar de porcentajes, cifras e índices estadísticos de todo tipo para "justificarse", el PSOE puede permitirse navegar en las aguas más agradecidas, desde el punto de vista de la comunicación, de conceptos como justicia, igualdad, derechos.... Es lo que a cada uno le toca, sin duda.

De vozpopuli.com
El caso "de moda" entre nosotros es ahora el de Podemos, nueva organización política que ha irrumpido con fuerza en este escenario. La estrategia de comunicación puesta en marcha por este Partido, dicho sea de paso, debería ser ya tema de tesis doctoral por si algún graduado se lo está pensando. 

Su forma de entender la comunicación es típica de lo que acabamos de decir en relación con los Partidos que no han de pagar el precio de "quemarse" con las decisiones del gobierno del día a día. Si además encuentran una excelente plataforma como es la TV y son hábiles en la construcción del discurso y en convertirse en protagonistas del debate, sea éste sobre lo que sea, el efecto es tan impactante como estamos comprobando. Aquí sí, la ideología es el arma. Ellos sí han sido capaces de percibir el qué y el cómo quiere buena parte de la sociedad oír a sus responsables políticos y han construido, por tanto, un mensaje "a medida". ¿Los ingredientes? Es sencillo. Se trata de mezclar las dosis justas de crítica y de esperanza que la mayoría sentimos, como lo hicieron desde Jesucristo a Luther King y desde Marx a Obama. ... Y en cuanto a la preparación, veamos: su buena porción de descontento perfectamente justificado, vuelta y vuelta en la sartén de la injusticia y los derechos. Un toque generoso de crítica feroz a la clase política porque el cabreo fetén no es contra algo sino siempre contra alguien. Todo ello se adorna con unas rodajas de esperanza, algo de utopía y un poco de "vente conmigo para que estos se enteren..." y tenemos un novedoso mensaje al que hincar el diente. Convincente, sabroso, de digestión fácil y al que, de momento, además, estamos invitados gratis total, porque el "precio" que todo programa político acarrea aún no forma parte del discurso. Toda una lección de comunicación política.

Esto  tan simple en el fondo como es la comunicación, es decir, ser capaz de transmitir lo que piensas, lo que sientes, lo que quieres, lo que sabes... a otro y que éste lo entienda como tú pretendes, y provoque en él la respuesta esperada es, a todas luces, lo que hoy mueve el mundo. Lo vemos en nuestro patio político y espero que mi amiga lo estudie en su Máster con mucha más profundidad que yo. Lo cierto es que en ocasiones importa poco no decir nada con tal de decirlo bonito, y para prueba este spot, venezolano, por cierto...





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