QUE SE HABLE BIEN DE TU EMPRESA, DE TU MARCA Y DE TI: SERÁ MEJOR PARA TODOS. (III)
La reputación no puede construirse desde la nada. Necesita ciertas “semillas” que es preciso sembrar y cuidar. Si en los posts anteriores hemos visto de qué está hecha la reputación de una empresa (cultura, comportamiento, discurso), quiénes la conforman (stakeholders, opinión pública), y qué necesita para convertirse en una herramienta estratégica en la imagen de la organización y la marca (coherencia, diálogo y consistencia), las próximas líneas se dedicarán a los factores que consiguen que la reputación crezca y se retroalimente.